Consejo Popular Revolucionario.
1. Es una “movilización general” lo que implica que no
se trata de una marcha que parte de un punto y termina en otro. Hablamos de una
movilización desde todos los puntos posibles del país hacia un destino común
que será el Táchira, concretamente San Cristóbal, donde está planteada hacer
una Asamblea Patriótica que reafirme la rebelión de ese pueblo contra la
invasión paramilitar y punta de playa para una futura invasión mercenaria que
nos colocaría en una virtual situación de guerra civil.
2. La movilización opera bajo el principio “mito
revolucionario” del cual hablaba Mariátegui: “Movilización General del pueblo
bolivariano al Táchira”. Una idea-fuerza que aún no tiene soporte real, que
puede incluso parecer imposible, pero que se va convirtiendo en una pasión o
causa común capaz de generar la unidad de la lucha popular, necesaria en un
momento crítico que amerita movilizar toda la voluntad colectiva posible en
función de un objetivo consensuado. Es allí que el mito se convierte en
realidad.
3. La movilización es necesaria concretamente por dos
razones prioritarias: primero para frenar esta avanzada fascista desde una
verdadera concepción clasista y no sólo represiva. Que sea el pueblo venezolano
el protagonista directo de esta acción estratégica antes de que tengamos que
entrar en un enfrentamiento mucho más violento. Segundo, es fundamental para
reanimar un movimiento revolucionario y popular hoy difuso y atenazado por la
inacción, la despolitización y el postramiento burocrático. Circunstancia que
se viene profundizado desde hace muchos años y que hoy tenemos la posibilidad
de superar bajo la articulación de una dirección colectiva, común y la acción
multitudinaria.
4. La movilización convoca a todos y todas, al más
militante como al más común, está obligada a hacerse así. Igual que obliga a
cada organización, partido, colectivo, movimiento, coordinación que se sume a
ser muy responsable, transparente, igualitario, motivado por la imprescindible
hermandad revolucionaria que debemos reconstruir. No es “pacifista”, pero su
carácter es pacífico teniendo como primer objetivo impedir la guerra civil y
ayudar a recuperar nuestra soberanía nacional.
5. Saliendo desde todos los puntos posibles del país,
ella se convierte en un esfuerzo local que cada Consejo Popular Revolucionario
o cualquier nivel de coordinación de fuerzas de base que se sumen a este
esfuerzo debe resolver con recursos y posibilidades propias, recuperando así la
plena autonomía política y material del movimiento popular y revolucionario.
6. Se arma entonces una telaraña de puntos de
movilización que establecen entre sí un plan de coordinación inmediata hacia
adentro, con los puntos territoriales más próximos a llegar y con los puntos de
concentración nacional más importantes: Eje Oriente sobre Puerto la Cruz, Eje
Centro-Norte sobre Caracas y Valencia, Eje centro-occidental sobre
Barquisimeto, Eje occidental sobre Maracaibo, Eje sur y llanero sobre Barinas,
Eje andino sobre Mérida. A partir de allí El Vigía, Mérida, y Barinas serían
los tres puntos sucesivos de concentración antes de entrar propiamente al
Táchira por el sur, el norte, el sur y el centro de montaña.
7. En estos momentos se trata de una visualización
todavía muy genérica de la movilización, que desde cada uno de los seis ejes se
tendrá que ir resolviendo y mapeando de una manera mucho más precisa. Depende
igualmente de los acumulados de fuerza que se logren, antes de su fecha de
partida el 13 de Abril, que dependerá del inmenso esfuerzo que cada consejo y
coordinación haga. Este esfuerzo por razones muy propias de nuestra dinámica
política nació en Caracas pero de inmediato tiene que descentralizarse,
siguiendo el ritmo federativo de la formación de los consejos.
8. No se puede confundir la formación de los consejos
populares revolucionarios y la movilización misma. Ella necesita de una
organización interna propia de manera que no sea una masa dispersa sino bien organizada
la que se movilice y quede así organizada para el futuro. Por ello cada consejo
o coordinación que se sume proponemos que vayan formando desde ahora sus
respectivas “columnas de movilización” las cuales a la hora de emprender camino
tendrán un vocero respectivo, resolviendo sus propios problemas de logística,
transporte, comunicación, seguridad, orden interno, etc.
9. Igualmente es fundamental que se entienda que la
movilización es un fenómeno nacional. Cada columna y grupos de ellas por donde
pase y se junten a otras en nuevos sitios (pueblos, plazas, localidades, etc)
va generando encuentro, agitación, actividad revolucionaria y patriótica que es
imposible preestablecer desde ahora pero seguramente será muy rica. Por el que
no se pueda sumar por cualquier razón puede ayudar en un respectivo espacio,
comunidad, pueblo, a hacer de cada paso de la marcha una asamblea de lucha,
hermandad, alegría, y un motivo para la organización de nuevos CPR. Igual para
aquellos que sólo puedan acompañar la movilización desde un punto a otro, más
cercano o lejano, pero no hasta su final, que seguro los habrá muchos. La
Movilización no sólo ha sumado a los que llegan a la meta sino a todo el
conjunto que se movilizó hasta donde pudo. Cada quien que invente. El transcurso
del 13 al 19 de Abril da para muchas cosas en ese sentido.
10. Desde el comienzo la movilización es por tanto un
hecho político activo que puede, si logramos metas importantes, marcar un hito
en las luchas revolucionarias históricas (una nueva épica de la revolución) e
igual convertirse en punto de partida de una nueva etapa totalmente distinta y
renovada del proceso revolucionario socialista y bolivariano.
11. Una propuesta final: que por cada punto que pase y
se encuentre con nuevas fuerzas en movilización, en su concentración y derrota
efectiva de la contrarrevolución y la violencia fascista, ese espacio se
declare: “tierra liberada del fascismo”, y ojalá si se podemos sumar “de
explotación capitalista”.
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